Una misión organizada por el gobierno llevará a empresas canarias al Sáhara Occidental ocupado a finales de este mes.
Foto: Puerto de Dajla, 2024.
La empresa pública para impulsar la internacionalización de empresas de Canarias, PROEXCA, junto con la Federación Canaria de Puertos (Fedeport), organiza una delegación comercial a Dajla, en el Sáhara Occidental ocupado, prevista del 29 de noviembre al 2 de diciembre de 2025.
El evento se promociona a través de la página web de PROEXCA (o descargar) con el título «Puertos Dajla 2025», que invita a las empresas canarias a inscribirse en la misión centrada en el desarrollo portuario, las conexiones logísticas y los servicios marítimos en el territorio ocupado por Marruecos. El evento está organizado por PROEXCA y Fedeport. PROEXCA es una empresa pública de las Islas Canarias encargada de impulsar el comercio, promover la internacionalización, la atracción de inversiones y la expansión comercial de las empresas canarias. Fedeport es una asociación regional que representa los intereses de las autoridades portuarias y las empresas relacionadas con los puertos en todo el archipiélago canario.
El enfoque de la misión en la conectividad portuaria resulta conflictivo desde el punto de vista político y legal. El gobierno marroquí lleva años desarrollando las infraestructuras portuarias de Dajla como parte de su plan estratégico para consolidar su control sobre el Sáhara Occidental.
Al animar a las empresas canarias a participar en proyectos marroquíes relacionados con el puerto de Dajla, los organizadores corren el riesgo de crear dependencias comerciales que, implícitamente, validan las reivindicaciones de Marruecos sobre el territorio. La página web de PROEXCA presenta el evento como una oportunidad para empresas de operaciones marítimas, transporte, logística, servicios de exportación y gestión de la cadena de suministro, sectores que guardan una estrecha relación con el movimiento de recursos naturales fuera del Sáhara Occidental. La página web informa que el destino del viaje es «Dajla, Marruecos». La misión se organiza “en colaboración con entidades marroquíes locales y regionales” y está “dirigida a empresas canarias del sector portuario y marítimo y sectores afines, con el objetivo de aprovechar las oportunidades del futuro puerto de Dakhla Atlantique. El desarrollo de Dajla como plataforma para la integración regional y centro neurálgico del desarrollo portuario crea oportunidades”, explica la página web.
Resulta profundamente cuestionable que este evento se promueva como una simple actividad comercial. El Sáhara Occidental no está reconocido internacionalmente como parte de Marruecos, y el Tribunal de Justicia de la UE ha dictaminado reiteradamente que el territorio tiene un estatus jurídico propio que requiere el consentimiento del pueblo saharaui para cualquier actividad económica.
En la página web de Canarias no se menciona que Marruecos carezca de mandato legal o soberanía sobre el Sáhara Occidental.
Organizar una delegación empresarial en el territorio en los términos de Marruecos, sin hacer referencia alguna al pueblo saharaui ni al conflicto, supone el riesgo de normalizar una situación ilegal e integrar a las instituciones canarias en la estructura política de la ocupación. También supone el riesgo de que las empresas canarias firmen contratos nulos de pleno derecho con el gobierno equivocado. “Las instituciones públicas de las Islas Canarias tienen la responsabilidad legal y ética de no facilitar oportunidades económicas que socaven el derecho internacional. Enviar una delegación a Dajla —financiada, promovida y organizada por organismos vinculados al gobierno— es un acto político muy cuestionable. Se trata de un intento temerario de convertir un conflicto en una oportunidad de negocio. Los fondos públicos no deben utilizarse para legitimar la ocupación marroquí del Sáhara Occidental”, declaró Roberto Cantoni, de Western Sahara Resource Watch, en España.
Representantes de todos los grupos políticos del Parlamento Europeo increparon hoy a la Comisión Europea por flexibilizar las normas de la UE para complacer a Marruecos en lo relativo al etiquetado de productos procedentes del Sáhara Occidental ocupado.
El esquema de certificación que afirma abogar por el cumplimiento de las regulaciones comunitarias ha difundido información engañosa sobre las normas de etiquetado de la UE para productos originarios del Sáhara Occidental ocupado.
El distribuidor agrícola francés Sofruce eliminó información falsa sobre el origen y referencias de certificados tras las críticas.
Tras los titulares y la manipulación diplomática que pretenden presentar al Consejo de Seguridad como alineado con Marruecos, se esconde una realidad mucho más matizada: el núcleo del debate sigue siendo precisamente el derecho que Rabat lleva décadas intentando enterrar —el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación.